14 jul 2014

No es de extrañar que Dante Alighieri (Florencia 1265 - Rávena 1321), la primera vez que vio las Dos Torres de Bolonia a la edad de 22 años, se sintiera inspirado hasta tal punto que las nombrara en su primera rima conocida y en su obra máxima 'La Divina Comedia'. Quinientos años más tarde, Goethe, sintió el mismo vértigo de gigantes al situarse sobre su base. Y es que a día de hoy, en el siglo XXI, es difícil entender obras de tal envergadura como lo son las torres Asinelli (98 metros) y Garisenda (48 metros, rebajada en el XIV).


Construidas en el siglo XII, no eran monumentos singulares en su época. La Bolonia medieval contaba con alrededor de 100 torres con una media aproximada de 60 metros de altitud, lo que convertiría a Bolonia en una espectacular e inquietante ciudad de rascacielos. Construidas por las familias adineradas de la ciudad (de las que normalmente reciben su nombre) como símbolo de poder y por razones defensivas. Sin lugar a dudas, eran unas atalayas formidables desde las que divisar fuerzas hostiles en la llanura italiana durante una época marcada por enfrentamientos entre Papistas e Imperiales. Con el paso de los siglos muchas fueron derruidas, en parte por el desuso en el que cayeron y en parte por la inestabilidad del terreno en las que fueron construidas. Las consecuencias de la inestabilidad se aprecian en la inclinación de Asinelli (2,30 metros sobre la vertical siendo la torre inclinada más elevada de Italia) y Garisenda (3,20 metros). A las que fueron quedando en pie, les dieron diversos usos, desde cárcel hasta repetidor de la RAI ya bien entrado en el s. XX. Actualmente quedan en pie unas 20 distribuidas por toda la ciudad. En Italia hay otros ejemplos de esta práctica a la hora de construir. En la Toscana se puede admirar San Gimignano, que conserva 15 torres de considerable altura lo que da carácter excepcional a este pequeño pueblo de 7 mil habitantes.


En la actualidad siguen siendo el símbolo más importante de una ciudad llena de interés. Cabe destacar:

- La universidad de Bolonia está considerada la más antigua del mundo occidental, fundada en 1088 y actualmente con 80 mil estudiantes (casi un cuarto de su población).
- Mantiene 40 kilómetros de pórticos en su centro histórico. Lo que lleva a decir que los auténticos Boloñeses siempre salen sin paraguas de casa. Es la red de pórticos más amplia del mundo. Siendo el mas largo (con casi 4 km.) el que lleva al Santuario de la Virgen de San Luca y el más antiguo (año 1250) el de madera de la Casa Isolani. Los pórticos también facilitaban la ampliación de las casas sin afectar al tránsito de los peatones.
- Sin duda Bolonia ha dado al mundo una de los platos de pasta mas famosos. El Ragú alla Bolognese, más conocido por nosotros como salsa Boloñesa. Pero no podemos dejar pasar por alto a los Tortellini, típicos de toda la región de Emilia.
- La Meridiana de la Basílica de San Petronio. Realizada por Giovanni Cassini en el s. XVII, es la primera comprobación empírica de la segunda ley de Kepler. Cassini aprovecho la altura y orientación de la Basílica del patrón de Bolonia para realizar un agujero de 2 cm. a 27 metros de altura. Este agujero proyecta su luz a determinada hora del día sobre una línea de 65 metros marcada en el suelo de la catedral indicando las estaciones, el día y el mes en el que nos encontramos del año. Sencillamente magnifico. La condición de italiano y papista de Cassini no le permitía adoptar posturas heliocéntricas a la ligera con lo que opto por determinar como conclusión a su estudio la siguiente frase: '...el Sol, o equivalentemente, la Tierra, puede tratarse como un planeta, como defendía Copérnico...'. Lo que viene a llamarse, lavarse las manos.


Podemos realizar una visita virtual por la Bolonia medieval, aqui.

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