Un viaje de 2 meses a través del Himalaya para llegar a Lasha. Los
penitentes recorren el camino tumbándose cada pocos metros a realizar una
oración. La repetición de la genuflexión les provoca entrar en un estado de
meditación.
Imágenes que no pueden dejarte
indiferente. No solo se hace patente los años luz que separan nuestra cultura
de la Tibetana. También el entorno y paisajes que nos muestran las imágenes
parecen sacadas de otro planeta y demuestran la dureza de la vida en las
tierras altas del Tibet.
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