Nagano es una prefectura japonesa de la isla de Honshu
situada en mitad de los Alpes Japoneses. En ella se encuentra el Valle del
Infierno. El origen volcánico de la cadena montañosa y su juventud provocan la
creación de numerosas fumarolas y termas que confieren cierto aspecto infernal
al paisaje.
En el Valle del Infierno (Jigokudani)
viven los Monos de las Nieves, uno de los animales más inteligentes de los que
habitan sobre la Tierra. Son capaces de nadar (incluso navegar utilizando
maderos a la deriva) largas distancias lo que les ha permitido colonizar las
islas japonesas desde su origen taiwanes. Transmiten conocimientos culturales
entre generaciones e incluso superan el ensayo error y llegan a la
experimentación. Viven en grandes grupos que pueden alcanzar hasta los 600
ejemplares con un concepto de la familia muy arraigado. Es imposible verlos y
no pensar en nosotros mismos hace millones de años.
Pero no es la familia, la cultura, el aspecto o la
exploración de otros territorios lo que les hace más cercanos al Homo Sapiens. Es
la marcada diferencia social que existe dentro de los grupos que viven en el
Valle del Infierno. Con temperaturas cercanas a los 20 grados bajo cero, los inviernos
en Jigokudani
son fríos incluso cuando llevas un tupido abrigo de pieles natural. La solución
es aprovechar la multitud de manantiales termales con aguas a 40 grados. Un
placer reservado exclusivamente a las hembras y crías de la realeza y justificado
por la defensa de los machos dominantes. 60 grados es la diferencia entre
castas.
Es crudo pensar que en las primeras fases de nuestra
evolución ya pudiéramos marcar esa diferencia. La diferencia del lujo y la
pobreza, entre la vida y la muerte. Si fue así, es fácil imaginar cómo hemos
llegado a este grado de especialización.
Extracto del documental One Life (BBC, 2011) dedicado a
estos Macacos. En este documental podremos apreciar actitudes muy evolucionadas
dentro del reino animal.
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