Se suele asociar la palabra ‘graffiti’ al vandalismo o
simplemente al hecho de ensuciar las calles. Hace ya tiempo que deberíamos
haber desterrado este concepto y haber caído en la cuenta que, en ciertas
ocasiones, lo que se produce, es la mutación de un espacio abandonado o
simplemente sucio en una obra de arte.
He tenido la oportunidad de apreciar este hecho a lo largo
de mis viajes. Sin embargo, no tengo que salir de mi ciudad para ver la diferencia
entre el Arte Urbano y el Grafiti.
En el barrio de Lavapiés, en Madrid, podemos deleitarnos con
un pequeño museo al aire libre. Unas veces subvencionado o contratados y otras
veces por simple amor al arte, en este barrio podemos apreciar cómo llevar esta
manera de expresión a las más altas esferas. No hablamos solo de espráis o
aerosoles, también de plantillas, pegatinas…
Un día que vayáis a tomar el aperitivo por la zona dedicad
unos minutos a parear por sus calles. Desde fachadas de corralas, pasando por
entradas de comercios y restaurantes, terminando por plazas enteras. Creo que
os sorprenderá gratamente.
Si os interesa podréis encontrar más en Malasaña, Conde
Duque y Vallecas.
Artivismo
Frikiloria
Boa Mistura
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