10 oct 2013

Si. Lo reconozco. Me gustan bastante The Antlers y me alegro por ello. Me alegro porque hay veces que me siento anclado en un pasado que parece que fue mejor. Me resulta difícil desvincularme de esos grupos con los que crecí y soy demasiado crítico con los nuevos grupos que surgen. El que me guste una banda surgida en los últimos 10 años me hace tener esperanzas y recordar que tampoco estoy tan pasado de moda.


Este proyecto de un-hombre-solo (Peter Silberman), que ha ido creciendo hasta ser un trío estable, tiene el punto justo de melancolía e intensidad, lo justo de electrónica y electricidad, de experimentación y efectividad, mezclando lo clásico con lo mas actual. Lejos de cualquier tipo de comparación con otras bandas (no veo la necesidad de hacerlas aunque haya ríos de tinta sobre el tema), The Antlers, han conseguido un sonido propio que les mantiene en ese punto tan agradable en el que puedes hablar de ellos sin sentirte un bicho raro. Ese momento es que la banda se abre a un público amplio sin rendirse a las masas. Manteniendo cierta independencia.

De entre sus discos, al menos los que conozco, me quedo con diferencia con ‘Hospice’ (Frenchkiss, 2009). Aunque ‘In the Attic of the Universe’ (Fall, 2007), donde se aprecian mas semajanzas con otros artistas contemporáneos, y Burst Apart (Frenchkiss, 2011) mantengan un nivel  bastante alto, el concepto y el lirismo de ‘Hospice’ los deja atrás.


‘Hospice’ es la historia sobre el sufrimiento de una persona con cáncer, de cómo la enfermedad es capaz de consumir a la persona que la sufre y a las personas que le rodean. El final de la historia es el único que podría tener. Con una ambientación, lirismo y melodías que yo calificaría de sobresalientes desde mi modesta opinión.

Nos quedamos con el sufrimiento pero con la esperanza de que pronto podamos disfrutar de un nuevo trabajo. Que ya toca.


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