10 sept 2013


Se suele asociar la palabra ‘graffiti’ al vandalismo o simplemente al hecho de ensuciar las calles. Hace ya tiempo que deberíamos haber desterrado este concepto y haber caído en la cuenta que, en ciertas ocasiones, lo que se produce, es la mutación de un espacio abandonado o simplemente sucio en una obra de arte.

He tenido la oportunidad de apreciar este hecho a lo largo de mis viajes. Sin embargo, no tengo que salir de mi ciudad para ver la diferencia entre el Arte Urbano y el Grafiti.

En el barrio de Lavapiés, en Madrid, podemos deleitarnos con un pequeño museo al aire libre. Unas veces subvencionado o contratados y otras veces por simple amor al arte, en este barrio podemos apreciar cómo llevar esta manera de expresión a las más altas esferas. No hablamos solo de espráis o aerosoles, también de plantillas, pegatinas…


Un día que vayáis a tomar el aperitivo por la zona dedicad unos minutos a parear por sus calles. Desde fachadas de corralas, pasando por entradas de comercios y restaurantes, terminando por plazas enteras. Creo que os sorprenderá gratamente.

Si os interesa podréis encontrar más en Malasaña, Conde Duque y Vallecas.

Hay empresas que se aprovechan ya de explotar estas rutas. Sinceramente, que engañen a otros, es mejor el descubrimiento cuando lo realiza uno mismo.

Artivismo

Frikiloria

Boa Mistura

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